Que ganas de follarse al marido de su hija

Veronica sintió que se le rompía el corazón cuando Alan, el amor de su vida, se casó con una de sus hijas, Isabella. En su momento no tuvo más remedio que resignarse y bendecir la unión de su hija a pesar de sus sentimientos, pero poco tiempo después se le presentó la oportunidad de hacer algo cuando Isabella le confesó que estaba siendo infiel a su flamante y nuevo marido con un conocido de ambos. El juego había cambiado y Veronica no tardó mucho en descubrir el pastel en cuanto tuvo la oportunidad, mostrándole a Alan lo que su hija descaradamente hacía con su amigo. Alan destrozado e incrédulo no tardó en aceptar el consuelo sexual del tremendo culito de Veronica, su suegra. No me extraña que estes hecho un lio, yo no se si esta mejor la hija o la madre la verdad …